
En un ambiente lleno de una especial energía, a desbordar por la asistencia de un público que contagia su emoción por el talento artístico presente, así me encontré con amigos conocidos y desconocidos pero todos unidos en el mágico espacio que la Universidad Central de Venezuela reacondiciona y mantiene para nuestro disfrute, y es que estoy hablando del AULA MAGNA DE LA UCV, que luce hermosa y que ayer 22 de Octubre nos reunió con la Estudiantina Universitaria de esta Casa de Estudios y con Mayra Martí, que momento!
Hay que estar en el público para escuchar los comentarios, a todos cantar y hasta tocar desde sus asientos las canciones e interpretaciones de estas dos Gemas que ayer lucían juntas inmejorables. Mayra mostró una vez más, su intacto talento, su energía, que desde el inicio y hasta mucho después de finalizar el concierto tenia a todos sin la menor intención de retirarse y es que si siguen,.. ahí estaríamos, seguro!


La Estudiantina comenzó como hace 52 años con la marcha, que es muestra de la capacidad de esta agrupación para interpretar la música universal con un nivel que da sana envidia. Seguidamente, unas hermosas interpretaciones que pasaron por diversos géneros de nuestra música: Celajes-Vals, Los Hijos de la Noche- Merengue, Barcelonesa-vals, Popurrí Andino, Patatín Patatán- merengue, Apure en un Viaje-Pasaje, Elevación – canción, entre otras, mostrando que van en serio y es que nunca nos defraudan, lo que siempre ocurre es que nos dejan queriendo más, eso si!. Pues Ayer las lágrimas de felicidad emociones y recuerdos estaban presentes. Fue terapia para el cuerpo y para el alma, es así como en un concierto de gala estos dos baluartes de nuestra música Venezolana nos consintieron.
También pudimos disfrutar de la primerísima Mirla y Neyda Perdomo que contagiadas de esta energía nos ofrecieron de forma imprevista junto a Mayra Marti, una jocosa y agradable interpretación de Venezuela (de Herreros y Armenteros).
Todo esto solo es posible cuando juntos y unidos por el amor a lo nuestro (en este caso por la música) nos encontramos bajo las Nubes Flotantes de Alexander Calder.